BOCM
B.O.C.M. Núm. 62

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MARTES 14 DE MARZO DE 2023

Pág. 171

DISEÑO ACTIVIDAD PALANCA: CÓDIGO A305 / DENOMINACIÓN: Miradas emocionales para mejorar el aprendizaje

EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD: procedimiento e instrumentos para la evaluación del logro de objetivos.
La evaluación es una parte integrante de cualquier programa educativo e implica un proceso continuo, ya que se ocupará de
las diferentes fases de elaboración y desarrollo del programa. Por tanto, la evaluación se llevará a cabo al final del programa,
antes de iniciarlo y durante su aplicación. De esta forma se podrá obtener información de las diferentes fases del programa,
que permitirán la toma de decisiones para mejorar la calidad de éste. Básicamente, se recogerán datos relacionados con el
análisis de necesidades, la puesta en práctica del programa y sus resultados.
A) Análisis de necesidades: antes de llevar a cabo la intervención, es necesario realizar un análisis de necesidades.
De esta forma, podemos conocer qué aspectos necesita desarrollar el alumnado de forma preferente, es decir, qué
competencias emocionales es prioritario trabajar con los estudiantes y cuáles son sus potencialidades en el plano
emocional. Para la recogida de información del análisis de necesidades se utilizarán procedimientos de tipo
observacional (registros e indicadores sociales, sistemas categoriales, etc.), encuestas, cuestionarios ad hoc y
pruebas objetivas (cuestionarios, test, etc.), técnicas grupales (grupos de discusión, brainstormings, etc.),
entrevistas, etc. En caso de que no se puedan asumir todas las necesidades detectadas, tendremos que llevar a cabo
una priorización de éstas en función de las personas.
B) Evaluación de proceso: estará presente durante toda la puesta en práctica. En esta fase se evalúan aspectos como
el número de horas dedicadas a la práctica de la educación emocional, seguimiento de la programación, grado de
implicación y motivación en la puesta en práctica, evaluación de la satisfacción de los estudiantes respecto a las
distintas sesiones y actividades en las que participan, etc.
C) Evaluación de resultados: permite determinar si se han conseguido los objetivos planteados en la fase inicial del
programa. Para evaluar adecuadamente si se ha producido una evolución emocional del alumnado, es necesario
poder comparar la situación inicial de un estudiante antes de empezar el programa con su situación al final de éste.
Para ello se aplicarán, antes y después de la implementación, rúbricas, cuestionarios ad hoc y pruebas objetivas
(cuestionarios, test, etc.), técnicas grupales (grupos de discusión, etc.), etc. que aporten datos objetivos acerca de
los siguientes indicadores de logro de los objetivos:
+ % de alumnos que disminuyen sus problemas de atención
+ % de alumnos que mejoran las relaciones interpersonales

BOCM-20230314-25

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD: organización de la actividad, horarios, agrupamientos de alumnos en su caso, contenidos que se
desarrollarán, metodología de trabajo, etc.
El programa ABAQUR EMOCIONAL sigue las cuatro prácticas del acrónimo SAFE recomendadas por varias investigaciones
(Durlak, Weissberg y Pachan, 2010) para potenciar la eficiencia de la implementación de los programas de aprendizaje
emocional y social. Estas prácticas son: secuencial, activo, focalizado y explícito.
A) Secuencial: el programa estará presente a lo largo de varios años para que sea efectivo. El programa que aquí
se presenta pretende ser un inicio del trabajo sobre el aprendizaje social y emocional en nuestro centro,
fomentando la sensibilización y motivación hacia el desarrollo emocional y actuando de motor y palanca de
cambio para ampliar esta implementación a otros cursos y etapas educativas.
B) Activo: se deben aplicar estrategias y técnicas de aprendizaje activo. Los recursos del programa están
pensados para implicar a los estudiantes y conseguir su participación para que puedan vivir un proceso activo
de desarrollo social y emocional. Focalizado en el desarrollo de las competencias emocionales que nos
proponemos. Para ello, los objetivos y contenidos de este programa se concretan y ajustan a las diferentes
edades y etapas educativas a las que se dirige.
C) Explícito: explicitamos los objetivos específicos que se desarrollarán.
La concepción metodológica partirá del alumnado como centro de aprendizaje. El enfoque es holístico, completo e integrador: se
pretende trabajar el desarrollo integral del alumnado. Aceptar este principio supone enfocar necesariamente la enseñanza desde
una perspectiva metodológica diferente en la que se activa y permite la participación e implicación del alumnado. Para conseguirlo,
en el desarrollo de las sesiones se utilizan metodologías prácticas y vivenciales como visualizaciones, respiraciones profundas,
autorreflexión, trabajo cooperativo y en grupos, etc. Además, los diferentes materiales y recursos específicos (trabajo con caballos
en la naturaleza) contribuyen a incrementar la motivación del alumnado y la dinamización del proceso. Como el aprendizaje
emocional y social es un proceso de entrenamiento a lo largo del ciclo vital, en algunas sesiones se propone la puesta en práctica
de los aprendizajes en diferentes contextos como la escuela, la familia, los amigos, etc.
El recorrido para la implementación del programa educativo implica la realización secuencial de las sesiones descritas para cada
etapa.
La programación que aquí se presenta tiene una duración de 12 horas anuales por curso y grupo. Esta duración corresponde a un
itinerario de intensidad media. Las 12 horas anuales se repartirán en tres sesiones intensivas con una duración de cuatro horas de
trabajo intensivo cada una, durante el transcurso de tres mañanas escolares, en la que se irán alternando de forma secuencial los
diferentes bloques de objetivos y contenidos.
Los cursos que se beneficiarán de este programa serán infantil, primaria.