Ministerio Para La Transición Ecológica y El Reto Demográfico. III. Otras disposiciones. Impacto ambiental. (BOE-A-2025-15304)
Resolución de 8 de julio de 2025, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula declaración ambiental estratégica de la revisión de los Planes Especiales de Sequía de las Demarcaciones Hidrográficas del Cantábrico Oriental, Cantábrico Occidental, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Segura, Júcar y Ebro.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 23 de julio de 2025
Sec. III. Pág. 98492
de escasez «estructural», posibilitando en años con pluviometría media o elevada la
consideración de una situación de «normalidad», mientras que los niveles piezométricos
pueden ser los propios de una escasez tanto coyuntural como estructural
(sobreexplotación).
En este sentido, el IGME indica que, a pesar de que en la demarcación hidrográfica
del Guadalquivir existen demandas agrícolas, industriales y para abastecimiento que son
satisfechas exclusivamente de aguas subterráneas (746,3 hm3 según el Plan
Hidrológico), el hecho de no incluir indicadores referentes al estado de aguas
subterráneas en los índices de escasez ocasiona que estos usos no estén contemplados
en el PES. Asimismo, indica que sería conveniente definir UTE específicas para zonas
donde existan demandas dependientes de las aguas subterráneas. Resalta que son de
especial importancia los acuíferos cuya demanda principal sea el abastecimiento urbano,
aquellos en los que se contemplan captaciones tanto en los Planes de Emergencia de
los sistemas de abastecimiento, y aquellos donde el PES contempla actuaciones.
Una vez elegido el indicador, los PES asignan umbrales para diferenciar los cuatro
escenarios de escasez: normalidad, prealerta, alerta y emergencia. Finalmente, en cada
UTE, y para cada escenario de escasez, los PES contemplan las posibles actuaciones a
desarrollar para hacer frente a la escasez coyuntural. La duración de los impactos
asociados a estas medidas tiene relación con el tiempo en que dichas medidas se
aplican, y, a su vez, tiene relación con los umbrales que se han utilizado para definir cada
escenario.
Lo esperable sería que los escenarios de normalidad y de prealerta por escasez
«coyuntural» ocupasen la mayor parte del tiempo, y que los escenarios de alerta y
emergencia se limitasen a situaciones excepcionales y de corta duración. Sin embargo,
las simulaciones realizadas en los PES indican que esto no siempre es así,
apreciándose que algunas UTE se encontrarán en alerta o emergencia más del 25 % del
tiempo, lo que resulta más propio de situaciones de escasez «estructural» que escasez
«coyuntural». En el anexo 7 se indican las UTE que, de acuerdo con los umbrales
adoptados y la simulación realizada, los PES indican que van a estar en escenarios de
alerta o emergencia más del 25 % del tiempo. La permanencia tanto tiempo en estos
escenarios de alerta y emergencia supone la prolongación en el tiempo, entre otras, de
las medidas para aumento de la disponibilidad de recurso previstas en el PES que se ha
apreciado que pueden provocar impactos ambientales.
Para reducir la duración de estos impactos y racionalizar la definición de escenarios,
este órgano ambiental considera que en todas las UTE en que no exista escasez
«estructural» (sobreexplotación) pero sí se prevea estar en alerta o emergencia más
del 25 % del tiempo, se revisen los umbrales adoptados para reducir los respectivos
tiempos de permanencia, o alternativamente se expliquen las circunstancias por las que
es aconsejable definir umbrales de escasez que den lugar a tiempos de alerta o
emergencia en la UTE tan largos.
En este sentido, destaca la permanencia más del 50 % del tiempo en escenarios de
alerta o emergencia por escasez de las UTE 02 Tajuña (53 %, en la demarcación Tajo),
para la que el propio PES considera que el sistema Tajuña tiene sobreasignación de
recursos; 06 Vicario (67,7 %, en la demarcación Guadiana) en una parte del río
Guadiana cuyo caudal está seriamente comprometido por la situación de
sobreexplotación de las aguas subterráneas en el acuífero Mancha Occidental con el
que está conectado; 0702 Dañador, 0704 Fresneda y 0711 Guardal (59 %, 59 % y 84 %
respectivamente, en la demarcación Guadalquivir) para las que el PES alega diferentes
justificaciones; y 11.B Ciurana (51 %, en la demarcación Ebro), que en el presente ciclo
de planificación y a efectos de diagnóstico se ha diferenciado de la UTE 11.A Bajo Ebro,
con solo el 15 % del tiempo en alerta o emergencia, por responder a realidades y
problemáticas distintas y para darlas representación diferenciada. Esta pequeña
subcuenca es origen del trasvase Ciurana-Riudecanyas, que capta agua de un azud en
el río Siurana en la ZEC ES5140015 Riu Siurana i Planes del Priorat, para destinarla al
riego y a la demanda urbana de Reus en la demarcación de Cuencas Internas de
cve: BOE-A-2025-15304
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 176
Miércoles 23 de julio de 2025
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de escasez «estructural», posibilitando en años con pluviometría media o elevada la
consideración de una situación de «normalidad», mientras que los niveles piezométricos
pueden ser los propios de una escasez tanto coyuntural como estructural
(sobreexplotación).
En este sentido, el IGME indica que, a pesar de que en la demarcación hidrográfica
del Guadalquivir existen demandas agrícolas, industriales y para abastecimiento que son
satisfechas exclusivamente de aguas subterráneas (746,3 hm3 según el Plan
Hidrológico), el hecho de no incluir indicadores referentes al estado de aguas
subterráneas en los índices de escasez ocasiona que estos usos no estén contemplados
en el PES. Asimismo, indica que sería conveniente definir UTE específicas para zonas
donde existan demandas dependientes de las aguas subterráneas. Resalta que son de
especial importancia los acuíferos cuya demanda principal sea el abastecimiento urbano,
aquellos en los que se contemplan captaciones tanto en los Planes de Emergencia de
los sistemas de abastecimiento, y aquellos donde el PES contempla actuaciones.
Una vez elegido el indicador, los PES asignan umbrales para diferenciar los cuatro
escenarios de escasez: normalidad, prealerta, alerta y emergencia. Finalmente, en cada
UTE, y para cada escenario de escasez, los PES contemplan las posibles actuaciones a
desarrollar para hacer frente a la escasez coyuntural. La duración de los impactos
asociados a estas medidas tiene relación con el tiempo en que dichas medidas se
aplican, y, a su vez, tiene relación con los umbrales que se han utilizado para definir cada
escenario.
Lo esperable sería que los escenarios de normalidad y de prealerta por escasez
«coyuntural» ocupasen la mayor parte del tiempo, y que los escenarios de alerta y
emergencia se limitasen a situaciones excepcionales y de corta duración. Sin embargo,
las simulaciones realizadas en los PES indican que esto no siempre es así,
apreciándose que algunas UTE se encontrarán en alerta o emergencia más del 25 % del
tiempo, lo que resulta más propio de situaciones de escasez «estructural» que escasez
«coyuntural». En el anexo 7 se indican las UTE que, de acuerdo con los umbrales
adoptados y la simulación realizada, los PES indican que van a estar en escenarios de
alerta o emergencia más del 25 % del tiempo. La permanencia tanto tiempo en estos
escenarios de alerta y emergencia supone la prolongación en el tiempo, entre otras, de
las medidas para aumento de la disponibilidad de recurso previstas en el PES que se ha
apreciado que pueden provocar impactos ambientales.
Para reducir la duración de estos impactos y racionalizar la definición de escenarios,
este órgano ambiental considera que en todas las UTE en que no exista escasez
«estructural» (sobreexplotación) pero sí se prevea estar en alerta o emergencia más
del 25 % del tiempo, se revisen los umbrales adoptados para reducir los respectivos
tiempos de permanencia, o alternativamente se expliquen las circunstancias por las que
es aconsejable definir umbrales de escasez que den lugar a tiempos de alerta o
emergencia en la UTE tan largos.
En este sentido, destaca la permanencia más del 50 % del tiempo en escenarios de
alerta o emergencia por escasez de las UTE 02 Tajuña (53 %, en la demarcación Tajo),
para la que el propio PES considera que el sistema Tajuña tiene sobreasignación de
recursos; 06 Vicario (67,7 %, en la demarcación Guadiana) en una parte del río
Guadiana cuyo caudal está seriamente comprometido por la situación de
sobreexplotación de las aguas subterráneas en el acuífero Mancha Occidental con el
que está conectado; 0702 Dañador, 0704 Fresneda y 0711 Guardal (59 %, 59 % y 84 %
respectivamente, en la demarcación Guadalquivir) para las que el PES alega diferentes
justificaciones; y 11.B Ciurana (51 %, en la demarcación Ebro), que en el presente ciclo
de planificación y a efectos de diagnóstico se ha diferenciado de la UTE 11.A Bajo Ebro,
con solo el 15 % del tiempo en alerta o emergencia, por responder a realidades y
problemáticas distintas y para darlas representación diferenciada. Esta pequeña
subcuenca es origen del trasvase Ciurana-Riudecanyas, que capta agua de un azud en
el río Siurana en la ZEC ES5140015 Riu Siurana i Planes del Priorat, para destinarla al
riego y a la demanda urbana de Reus en la demarcación de Cuencas Internas de
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