C) Otras Disposiciones - Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deporte y Portavocía del Gobierno (BOCM-20110610-16)
Bien interés cultural –  Decreto 29/2011, de 2 de junio, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural, en la categoría de Zona Arqueológica, el yacimiento arqueológico del Llano de la Horca, en Santorcaz
7 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOCM

VIERNES 10 DE JUNIO DE 2011

B.O.C.M. Núm. 136

ANEXO
A) DESCRIPCIÓN DEL BIEN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS VALORES
DEL OBJETO QUE LO HACEN MERECEDOR DE SU DECLARACIÓN
COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL
A.1) Descripción:
El Llano de la Horca es un yacimiento arqueológico cuya ocupación más importante
se produce en época carpetana, momento en el que se documenta un poblado de gran entidad cuya estructura urbana va descubriéndose paulatinamente.
Está situado en el municipio madrileño de Santorcaz. Este se encuentra a 40 kilómetros de Madrid y limita al Este con la provincia de Guadalajara, al Norte con el municipio
de Los Santos de la Humosa, al Oeste con Anchuelo y Corpa y al Sur con Pezuela de las
Torres.
El cerro amesetado, que da nombre al yacimiento, alcanza unas 14 hectáreas de extensión y 879 metros de altitud; tiene todas sus vertientes abruptas, excepto en la Sureste, en
la que el relieve se suaviza. Está ceñido por los arroyos de Anchuelo, la Dehesa, Pantueña
y Los Arrecueros. La meseta tiene unos ejes máximos de 450 por 230 metros Se trata de
una posición fácil de defender.
El paisaje dominante es una paramera modelada por arroyos estacionales, poblada por
monte bajo y esporádico arbolado de poco fuste. Domina las superficies del páramo la agricultura de secano, destacando el olivar, mientras que el fondo del valle recibe regadío enmarcado por vegetación de ribera. Las corrientes inmediatas pertenecen a la cuenca del río
Tajuña, aunque parte del municipio pertenece a la cuenca del Jarama.
La moderna localidad de Santorcaz, situada inmediatamente al Sur del yacimiento,
posee también valores históricos muy destacados: está ceñida por un imponente recinto
amurallado medieval presidido por el Castillo de Torremocha, de planta ovalada con varias torres defensivas, una de ellas ceñida por la Iglesia de San Torcuato.
En el no muy lejano Cerro de la Cuesta de la Torrecilla se conservan restos de una torre
árabe de planta rectangular.
Las excavaciones realizadas en El Llano de la Horca hasta el momento permiten establecer una primera ocupación del cerro en la Edad del Bronce. Sin embargo, la principal
fase de ocupación es carpetana, entre finales del siglo IV a. C. y mediados del siglo I a. C.,
según ponen de relieve un buen número de dataciones de radiocarbono.
También se encuentran restos pertenecientes a la ocupación romana, época medieval,
moderna y contemporánea. Además del propio poblado protohistórico, en las faldas y en la
base del cerro se localizan también otros restos de interés como son la Ermita de Horcalez, con
fases conocidas de construcción y uso entre los siglos XIV y XX, un lavadero/abrevadero municipal recientemente restaurado y un molino.
Se trata de un yacimiento conocido desde hace décadas. Ante la demanda de actuaciones arqueológicas oficiales debido a la reiterada expoliación a que estaba siendo sometido
por parte de furtivos, en 1985 se llevó a cabo una excavación arqueológica que permitió
constatar la existencia de restos de ocupación tales como muros, numerosos fragmentos de
cerámica celtibérica y restos metálicos de la misma época. En 1990 se llevó a cabo una segunda campaña que permitió fijar la entidad del sitio.
Desde el año 2001 es excavado de forma programada por el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid. Las sucesivas campañas de intervención realizadas en
el yacimiento entre los años 2001 y 2009, han permitido conocer la delimitación más o menos completa del poblado, la ordenación urbanística, la tipología e interpretación de las estructuras y, por supuesto, la cronología de la ocupación.
Las investigaciones han puesto de manifiesto que el poblado carpetano ocupa toda la
superficie del cerro ocupando en torno a 8,5 hectáreas. Se han descubierto varias manzanas
alargadas de viviendas y dos calles de una anchura aproximada de 5 metros. Se trata de casas rectangulares adosadas con varias estancias interiores. Otras tienen en cambio planta
cuadrangular y son de mayor extensión. Los muros poseen zócalos de piedra irregular sobre los que se asentaban paredes de adobe o tapial que estaban enfoscadas en su interior.
Los pavimentos son de tierra o arcilla apisonada.
La entrada a la vivienda se realizaba a través de un pequeño porche como ponen de
manifiesto los apoyos de poste documentados. Se accedía a un vestíbulo en el que se realizaban distintas actividades domésticas e industriales. La habitación central, de planta cuadrada, está presidida por un hogar central. Un muro separa un pequeño ámbito lateral rec-

BOCM-20110610-16

Pág. 30

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID