III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-6445)
Decreto 18/2022, de 2 de marzo, por el que se declara bien de interés cultural a la "Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción" de la localidad de Montehermoso (Cáceres), con la categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 19 de abril de 2022
Sec. III. Pág. 53691
cuenca del Tajo, el de «mancomunidades de villa y tierra». En este caso, la villa de
Galisteo llegó a comprender los lugares de Aldehuela del Jerte, Aceituna, Carcaboso,
Guijo de Galisteo, Holguera, Montehermoso, Pozuelo, Riolobos o Valdeobispo (Quijada
González, 2015b). El 4 de julio de 1268, el rey Alfonso X, El Sabio, concedió la villa a su
primogénito, Fernando de la Cerda. En estos momentos se produce el descubrimiento de
la imagen de la virgen de Valdefuentes, patrona de la localidad, que la leyenda sitúa en
el hueco de una encina de la dehesa del mismo nombre, unos cinco kilómetros al norte
de la Atalaya, que actualmente se venera en la iglesia parroquial.
En 1429, el señorío de Galisteo es donado por el rey Juan II a García Fernández
Manrique, y veinte años más tarde, se crea el título de conde de Galisteo que, en 1631,
adquirirá la categoría de ducado. Mientras tanto, en enero de 1544, tenemos constancia del
paso por Montehermoso de una expedición de frailes dominicos liderada por Bartolomé de
las Casas. Ya entonces se cita la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, aunque debía
de ser un edificio de pequeño tamaño, insuficiente para acoger el crecimiento demográfico
que experimentaba la población en esas fechas. Por ello, el señor de Galisteo, don Pedro
Fernández Manrique de Lara y Luna, mandó construir un nuevo templo. Los escudos de las
familias Manrique de Lara y Luna presiden los muros del presbiterio, aunque algunos se
encuentren semiocultos tras el retablo mayor. En el estudio estadístico llevado a cabo por el
rey Felipe II, contaba la localidad con 300 vecinos.
A mediados del siglo XVII, concretamente el 8 de julio de 1658, se instituye el
condado de Montehermoso, que Felipe IV otorga a los Manrique de Lara para
compensarles por la pérdida del condado de Osorno.
Según el catastro de Ensenada, de 1752, la aldea pertenecía al duque del Arco y
conde de Puertollano, señor de Galisteo. Contaba entonces con 550 casas habitables y
una dehesa boyal con horno para cocer tejas. A finales de la centuria, el censo
de Floridablanca arroja para Montehermoso una población de 2281 habitantes. En la
misma fecha, el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura nos ofrece un amplio
panorama sobre la población montehermoseña y su templo parroquial. Según esta
fuente, la iglesia recibía una parte de nueve del diezmo, algunos censos y los derechos
de las sepulturas, pues no había cementerio. El párroco, que la asistía, era nombrado
por la Real Cámara, o el Obispo, y había además otros dos curas tenientes. En la
parroquia había fundadas trece capellanías y algunas cofradías, como la de la Vera Cruz
(con 500 cofrades) o la del Santísimo (con 170). Aparte de la iglesia, el pueblo contaba
con otras cinco ermitas, aunque no se refiere su nombre.
A principios del siglo XIX, las tropas francesas pasaron por Montehermoso durante
la Guerra de la Independencia, cuyos efectos se dejarían sentir en toda la comarca.
En 1826, el Diccionario de Sebastián Miaño cita 3767 habitantes en nuestra localidad.
Cabe reseñar también la disolución del señorío de Galisteo, en el año 1837, aunque el
título nobiliario aún pervive hoy día. Poco después, los nuevos ayuntamientos acordaron
repartirse las tierras de la antigua institución, configurándose entonces los términos
municipales de esta zona. Desde 1834, Montehermoso quedó integrado en el Partido
Judicial de Plasencia y, a mediados de siglo, según el Diccionario de Madoz, existían tres
ermitas en las afueras, la de San Bartolomé, la de San Antonio y la de los Mártires.
Contiguo a la primera, había ya un cementerio, de lo cual se deduce que no se enterraba
más en la iglesia parroquial.
En el siglo XX, durante la dictadura, se crearon numerosas infraestructuras como el
embalse de Valdeobispo (1968), sobre el río Alagón, que comparten Montehermoso,
Aceituna, Ahigal, Santibáñez el Bajo y Valdeobispo; así como el embalse de
Montehermoso (1970), sobre el arroyo del Pez; o los canales y acequias de las
márgenes del Alagón, que impulsaron el regadío en la comarca.
En la actualidad, Montehermoso cuenta con una población de 5739 habitantes
(2019), y se sitúa como centro funcional de servicios que genera una pequeña área de
influencia sobre el resto de municipios del entorno, que son de menor tamaño. La
riqueza de sus tradiciones etnográficas y folclóricas, le ha hecho merecedor de ser
representante del tipismo extremeño.
cve: BOE-A-2022-6445
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 93
Martes 19 de abril de 2022
Sec. III. Pág. 53691
cuenca del Tajo, el de «mancomunidades de villa y tierra». En este caso, la villa de
Galisteo llegó a comprender los lugares de Aldehuela del Jerte, Aceituna, Carcaboso,
Guijo de Galisteo, Holguera, Montehermoso, Pozuelo, Riolobos o Valdeobispo (Quijada
González, 2015b). El 4 de julio de 1268, el rey Alfonso X, El Sabio, concedió la villa a su
primogénito, Fernando de la Cerda. En estos momentos se produce el descubrimiento de
la imagen de la virgen de Valdefuentes, patrona de la localidad, que la leyenda sitúa en
el hueco de una encina de la dehesa del mismo nombre, unos cinco kilómetros al norte
de la Atalaya, que actualmente se venera en la iglesia parroquial.
En 1429, el señorío de Galisteo es donado por el rey Juan II a García Fernández
Manrique, y veinte años más tarde, se crea el título de conde de Galisteo que, en 1631,
adquirirá la categoría de ducado. Mientras tanto, en enero de 1544, tenemos constancia del
paso por Montehermoso de una expedición de frailes dominicos liderada por Bartolomé de
las Casas. Ya entonces se cita la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, aunque debía
de ser un edificio de pequeño tamaño, insuficiente para acoger el crecimiento demográfico
que experimentaba la población en esas fechas. Por ello, el señor de Galisteo, don Pedro
Fernández Manrique de Lara y Luna, mandó construir un nuevo templo. Los escudos de las
familias Manrique de Lara y Luna presiden los muros del presbiterio, aunque algunos se
encuentren semiocultos tras el retablo mayor. En el estudio estadístico llevado a cabo por el
rey Felipe II, contaba la localidad con 300 vecinos.
A mediados del siglo XVII, concretamente el 8 de julio de 1658, se instituye el
condado de Montehermoso, que Felipe IV otorga a los Manrique de Lara para
compensarles por la pérdida del condado de Osorno.
Según el catastro de Ensenada, de 1752, la aldea pertenecía al duque del Arco y
conde de Puertollano, señor de Galisteo. Contaba entonces con 550 casas habitables y
una dehesa boyal con horno para cocer tejas. A finales de la centuria, el censo
de Floridablanca arroja para Montehermoso una población de 2281 habitantes. En la
misma fecha, el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura nos ofrece un amplio
panorama sobre la población montehermoseña y su templo parroquial. Según esta
fuente, la iglesia recibía una parte de nueve del diezmo, algunos censos y los derechos
de las sepulturas, pues no había cementerio. El párroco, que la asistía, era nombrado
por la Real Cámara, o el Obispo, y había además otros dos curas tenientes. En la
parroquia había fundadas trece capellanías y algunas cofradías, como la de la Vera Cruz
(con 500 cofrades) o la del Santísimo (con 170). Aparte de la iglesia, el pueblo contaba
con otras cinco ermitas, aunque no se refiere su nombre.
A principios del siglo XIX, las tropas francesas pasaron por Montehermoso durante
la Guerra de la Independencia, cuyos efectos se dejarían sentir en toda la comarca.
En 1826, el Diccionario de Sebastián Miaño cita 3767 habitantes en nuestra localidad.
Cabe reseñar también la disolución del señorío de Galisteo, en el año 1837, aunque el
título nobiliario aún pervive hoy día. Poco después, los nuevos ayuntamientos acordaron
repartirse las tierras de la antigua institución, configurándose entonces los términos
municipales de esta zona. Desde 1834, Montehermoso quedó integrado en el Partido
Judicial de Plasencia y, a mediados de siglo, según el Diccionario de Madoz, existían tres
ermitas en las afueras, la de San Bartolomé, la de San Antonio y la de los Mártires.
Contiguo a la primera, había ya un cementerio, de lo cual se deduce que no se enterraba
más en la iglesia parroquial.
En el siglo XX, durante la dictadura, se crearon numerosas infraestructuras como el
embalse de Valdeobispo (1968), sobre el río Alagón, que comparten Montehermoso,
Aceituna, Ahigal, Santibáñez el Bajo y Valdeobispo; así como el embalse de
Montehermoso (1970), sobre el arroyo del Pez; o los canales y acequias de las
márgenes del Alagón, que impulsaron el regadío en la comarca.
En la actualidad, Montehermoso cuenta con una población de 5739 habitantes
(2019), y se sitúa como centro funcional de servicios que genera una pequeña área de
influencia sobre el resto de municipios del entorno, que son de menor tamaño. La
riqueza de sus tradiciones etnográficas y folclóricas, le ha hecho merecedor de ser
representante del tipismo extremeño.
cve: BOE-A-2022-6445
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 93